Bombillas de bajo consumo o LED
Las bombillas de bajo consumo han ido ocupando su lugar en todas las lámparas, las mismas han ido sustituyendo las ya desahuciadas bombillas incandescentes y, en sus distintas modalidades, se han convertido en el estándar de un sector aparentemente tradicional pero que, en la práctica, siempre está en plena ebullición de novedades.
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Los distintos tipos de bombillas
Antes de adentrarnos en el conocimiento concreto de las bombillas bajo consumo, vamos a realizar un acercamiento general al entorno de las bombillas y vamos a hablar de algunas de sus variedades y de algunos de los aspectos más relevantes de las mismas.
Empezaremos hablando de las bombillas incandescentes. Podemos decir que en ellas se encuentra el origen de la luz moderna tal y como la conocemos en la actualidad. La base de las mismas se remonta a finales del siglo XIX y son las que han estado alumbrando nuestros hogares hasta hace pocos años y aún pueden quedar y de buen seguro quedan algunos hogares que todavía mantengan alguna que no se haya fundido.
Las bombillas incandescentes están más que condenadas a su desaparición, de hecho hace ya varios años que su fabricación y venta ha sido prohibida por nuestros lares y todas las bombillas que quedan con vida son bombillas que persisten al no haber sido utilizadas o al no haberse fundido aún. Su tecnología obsoleta, su alto gasto energético y su falta de eficiencia energética, entre otros motivos, hicieron que fuese necesario apostar por otro tipo de bombillas.
En este punto parecería que ya conviene entrar a analizar las bombillas de bajo consumo ya que vienen a ser la sustitución de las bombillas incandescentes de filamento de «toda la vida», pero no lo haremos así, debido a que –aunque pueda parecer contradictorio- daremos un salto temporal y nos situaremos en las luces LED.
Las luces LED también consumen muy poco, tienen una larga vida útil, son extremadamente eficientes energéticamente y tienen otros muchos puntos positivos y, aun cuando, no hemos venido a hablar de las mismas en este artículo, pues (aunque muchas personas lo piensen) no son las bombillas de bajo consumo según el concepto tradicional del mismo término, sí que realizaremos un acercamiento a ellas debido al gran impacto que tienen en el mercado actual.
Analizando los otros tipos de bombillas de bajo consumo
La necesidad de ahorro energético en el entorno doméstico y también en el entorno empresarial es una necesidad imperiosa tanto por motivos económicos como por motivos medioambientales. Del mismo modo, un alargamiento de la vida útil de las bombillas y una mejora en sus prestaciones se hacía imprescindible en un mundo en constante evolución y es en este campo donde, por un lado, las bombillas de bajo consumo y, por otro lado, las bombillas LED vivieron a ocupar ese hueco tan necesario en el mercado que permitía, entre otras cosas, ahorro y eficiencia energética, larga vida útil y una mejor luz que sus antecesoras.
Entrando a valorar de una forma muy rápida y sucinta las bombillas LED de bajo consumo (pues entrar más a fondo en las mismas no es objeto concreto de este artículo) diremos que las mismas se caracterizan por tener un coste elevado si bien el mismo es ampliamente amortizado con su larga vida útil por ser bombillas que no se componen de elementos tóxicos y que ofrecen un alto nivel de rendimiento y de eficiencia.
Características de las bombillas bajo consumo o LED
Las bombillas bajo consumo convencionales se caracterizan por disponer de un precio medio, ya que no se encuentran en los altos precios que tienen las bombillas LED, pero tampoco son tan baratas como lo eran las bombillas incandescentes. Sin duda alguna, las bombillas de bajo consumo son ideales por el modesto coste que tienen y las interesantes características que ofrecen, de tal manera que las mismas se amortizan muy rápidamente.
Este tipo de bombillas también se denominan lámparas fluorescentes compactas y tienen un funcionamiento que, de entrada, puede considerarse análogo a las conocidas lámparas fluorescentes tradicionales, pero con la característica (absolutamente trascendente) particular de tener un consumo netamente inferior a sus congéneres y de ofrecer una luz fría. Todo ello hace que este tipo de bombillas requieran para aportar la misma cantidad de luz entre un 50 y un 80% de energía, y todo ello sin mermar su potencial vida útil, sino todo lo contrario.
Otra de las características destacables de este tipo de bombillas de bajo consumo es que las mismas pueden jugar un importante papel decorativo. Ello es así principalmente gracias a tres cosas:
- En un primer lugar, el poco consumo de estas invita a que éstas puedan estar encendidas sin temor al coste.
- En un segundo lugar, su larga vida útil también permite dejar enchufadas y encendidas las mismas sin temor a tener que estarlas cambiando cada dos por tres.
- Y, en tercer lugar, pero no por ello menos importante, la existencia en el mercado de una gran variedad de modelos, con una gran variedad de colores permite decir que se ofrece una gran opción para que este tipo de bombillas actúen como grandes dinamizadores de espacios decorando los mismos.
Montando bombillas de bajo consumo con fines decorativos
En el caso de este tipo de bombillas de bajo consumo para lámparas que tienen una finalidad decorativa decir que existen tantos colores que la elección de un color u otro tan sólo dependerá del tipo de atmósfera de aquello que queramos decorar, del tipo y del color de luz que queramos aportar al espacio que esa bombilla o bombillas van a iluminar.
Cuando ya se tenga el color de la bombilla decidido será el momento de escoger el casquillo que usa la lámpara, este punto es extremadamente importante pues deberemos fijarnos en que sea el tamaño acertado pues de no ser así la misma evidentemente no se podría colocar en esa lámpara (a no ser que se comprase un adaptador de casquillos si para ese modelo fuese posible pero ese ya sería otro tema que en todo caso se alejaría mucho del objeto y objetivo de este artículo).
A partir de este punto si queremos saber cómo cambiar una bombilla convencional por una de bajo consumo el proceso es extraordinariamente fácil. En realidad tan sólo será necesario desenroscar la bombilla antigua (con cuidado de no quemarnos si la misma estaba recién encendida y emitía luz caliente) y enroscar la nueva. Poner una bombilla de bajo consumo es tan sencillo y simple como lo que se está mencionando, pero resulta interesante realizar dos apreciaciones al respecto para aquellas personas a las que les pueda resultar relevantes.
La primera de ellas es que, en realidad, para cambiar una bombilla en ningún caso es necesario a priori el tener que cortar la luz del hogar para hacerlo (simplemente basta con apagar la luz que se va a sustituir si la misma no está fundida y tan sólo con la finalidad de que no nos deslumbre ni queme mientras estamos manipulando la misma), pero si somos una persona muy aprensiva, que tiene un temor grande a la electricidad o que no quiere asumir ningún riesgo si por ejemplo la lámpara tiene algún cable pelado o algo (cosa que no debería permitirse y no debería estar así) nunca estará de más quitar la luz mientras estamos trabajando en el cambio de bombilla.
Y el segundo de los temas es el que tiene que ver con el color de las bombillas, si se trata de una bombilla de color blanco no tendrá más historia (con el único matiz de poder escoger luces blancas de una tonalidad más cálida o luces blancas de tonalidades más frías), simplemente será el colocar la bombilla que se ha comprado y punto. Ahora bien, en el caso de las bombillas de colores la situación puede ser algo diferente.
Cuando solo existe una lámpara donde poner la bombilla tampoco existirá ningún secreto, se escoge el color y se pone la bombilla y ya está. Ahora bien, en el caso de tener que poner bombillas de bajo consumo LED en varias lámparas puede que el orden del color en el que queramos poner las bombillas si que influya.
Obviamente, lo anterior no será así en el caso de que todas las bombillas tengan un mismo color para crear un determinado ambiente (pongamos por ejemplo el caso de que todas las bombillas son azules), pero si se quiere generar un ambiente multicolor en el cual existan bombillas de distintos colores para generar un tipo de ambiente determinado que requiera de esta diversidad de colores dependiendo del ambiente a generar sí que puede influir la posición de una u otra bombilla, sí que puede influir la posición de un u otro color.
Sea como fuere, lo que conviene destacar y resaltar como punto final es la importancia de las bombillas bajo consumo en la sociedad actual. Una sociedad actual que demanda soluciones económicas y respetuosas con el entorno no puede entenderse sin las bombillas que ofrecen consumos muy pequeños, alto rendimiento y largas vidas útiles, así como una alta eficiencia en su desempeño lumínico.