Desatascos urgentes
Siempre es importante tener bien presente la necesidad de contratar los servicios de desatascos urgentes pues cuando se produce un atasco resulta de suma importancia, urgencia y trascendencia darle una respuesta adecuada dada la necesidad de resolver un atasco lo antes posible.
En este artículo vamos a hablar concretamente de algunos de los principales motivos que llevan a una tubería atascarse, a los principales tipos de atascos que pueden llegar a producirse, pues tan sólo conociendo el origen que ha dado pie a sufrir el problema del atasco es que se podrán conocer las medidas concretas a emplear para subsanarlo.
Principales tipos de atascos
En el ámbito del hogar los principales tipos de atascos que dan pie a tener que solicitar los servicios de expertos profesionales en desatascos urgentes son aquellos atascos que se producen en el seno del baño y también de la cocina.
Es en el fregadero de la cocina, en el desagüe del retrete y, en general, en cualquier otra pieza existente en cualquiera de estos espacios que los atascos en las tuberías cobran forma en un mayor número de ocasiones, es en los lugares donde mayor solución debe ponerse en todo lo que tiene relacionado con los atascos domésticos.
Son muchas las ocasiones en las cuales a simple vista ya se puede visualizar el origen del atasco, son muchas las ocasiones en las cuales se puede ver o se sabe llanamente el motivo por el cual se ha producido el atasco, pero también son muchas otras las ocasiones en las que no resulta tan fácil conocer el origen del atasco y una persona puede llegar a estar pensando horas y horas en aquello que ha podido producir el atasco y no lograrlo resolver.
Para estos últimos casos mencionados, para los casos en los que no resulta fácil identificar a simple vista aquello que ha llevado a producir el atasco es que resulta especialmente trascendente conocer aquellos principales motivos que existen para que se produzca un atasco, pues puede suponer una buena primera guía de ataque, un primer buen punto de ataque e inspección cuando se produce un atasco.
Desatascos urgentes domésticos: paso a paso
Son muchos los motivos que pueden llevar a tener que utilizar un servicio de desatascos urgentes y uno de los motivos principales que puede llevar a esa situación es el utilizar tuberías que no tengan las dimensiones adecuadas y recomendados para el lugar que ocupan, concretamente las tuberías que cuentan con una sección deficiente, con una sección inferior a la que resultaría recomendable.
Cuando hablamos de la sección de una tubería puede decirse que estamos hablando de su diámetro útil interno por el cual deben de transitar los fluidos. Así, si una tubería es excesivamente estrecha, si tiene una sección muy pequeña la capacidad de esta de absorber el caudal será más limitado y será más susceptible a sufrir un atasco a causa del poco espacio de esta.
A veces el problema de sección no se da tanto por la sección general de toda ella, sino por la parte de sección estrecha que se produce en zonas de entronque entre tuberías o entre distintos elementos que conformen la instalación completa en la cual la misma está inserida.
Para evitar lo anterior es importante establecer desde el mismo diseño de la instalación una buena implementación, una buena y eficiente implementación en toda la instalación. De no hacerlo así pueden causarse puntos de estrechez que ocasionan el efecto de embudo o de estrangulamiento tan indeseado que puede llevar a esa tubería en convertirse en una bomba de relojería, en una victima segura tarde o temprano, y probablemente en una víctima más temprano que tarde, de los atascos.
Y es que no en balde el problema de sección es uno de los problemas que mayores quebraderos de cabeza ocasiona para quienes requieren de los servicios profesionales de desatascos urgentes. Una tubería puede tener una sección suficiente para abarcar el caudal que tiene que absorber y hacerlo de una forma rápida y fluida, pero si esa misma sección se ve reducida porcentualmente en gran manera es zonas de esta todo ese caudal, y las consiguientes impurezas, desechos y elementos extraños, son paso de quedarse atrapados en esos embudos, en esas zonas de estrangulamiento que nos les dejarán pasar y que, a la postre, obstruirán por completo el conducto al que sirven.
Otro de los grandes problemas que ocasionan atascos en las tuberías también se encuentra en un problema fácilmente evitable y que tiene que ver con una mala planificación de quien las montó por primera vez o de quien las haya reparado y retocado en momentos posteriores. Este otro gran problema se llama ausencia de inclinación o inclinación deficiente.
Una tubería de desagüe tiene como objetivo principal llevarse el agua o los elementos que por ella transitan, normalmente en el caso doméstico que aquí nos ocupan las mismas están destinadas a conectarse a un bajante principal de la comunidad de vecinos o bien a un conducto de desagüe general en el caso de viviendas unifamiliares.
Para que esta conexión se produzca adecuadamente es importante que la inclinación de la tubería que debe desaguar sea lo suficientemente pronunciada para llevarse para abajo el agua y evitar así que la misma quede estancada dentro de la tubería o que se produzca el efecto inverso al pretendido, que el agua regrese dentro del lugar de desagüe en lugar de irse hacia el desagüe general.
Además de lo anterior cabe destacar que un desagüe mal planificado a nivel de su inclinación también es un elemento clave para la acumulación de suciedad y de otros elementos que no serán tan fáciles de arrastrar como si la tubería sí que tiene la inclinación adecuada y puede todo fluir con normalidad.
En relación con aquella inclinación que disminuirá los riesgos de que se produzca un atasco y, en consecuencia, de tener que llamar a un servicio de desatascos urgentes, decir que siempre deberá ser un profesional experto el que deberá indicarnos la inclinación más adecuada y apropiada para cada caso en particular pero como norma general siempre deberíamos tomar como referencia un mínimo de un 2-3% cómo punto de pendiente descendiente que debe tener cualquier tubería que no quiera presentar claros riesgos de atasco por inclinación deficiente.
Aún en los supuestos que tienen que ver con un mal diseño la instalación decir que no son pocos los atascos que se producen por crear entramados de tubos laberinticos o de pendientes inversas demasiado pronunciadas. Obvia y evidentemente toda instalación deberá adaptarse al lugar donde quiere ir instalada y tendrá que sortear las dificultades que puedan aparecer de la mejor forma posible, pero una instalación nunca debería tener demasiados giros de tubos ni debería tener que tener tuberías que apunten hacia arriba.
Una buena instalación de desagüe es cuanto más simple en su diseño, concepción y plasmación mejor. Líneas rectas con su correspondiente pendiente descendiente que ya hemos visto en párrafos anteriores y sistemas con pocas piezas, son mejores que instalaciones que parecen un laberinto por el cual transitar, todos esos puntos son puntos de riesgo de tener que llamar también más pronto que tarde a un servicio de desatascos urgentes.
Ahora bien, ninguna instalación -por bien hecha que esté diseñada y ejecutada- es vulnerable e inmune al paso del tiempo. Como para todos los demás elementos de la vida el paso inexorable del tiempo va haciendo mella en las instalaciones y a mayor antigüedad de la misma mayor riesgo de que puedan aparecer roturas en ella y también mayor acumulación de deshechos en las mismas. No debe olvidarse que unas tuberías viejas van perdiendo capacidad de deslizamiento, así que las mismas van ganando a su vez capacidad de adherencia en sus paredes lo que supone uno de los principales males y riesgos de ser víctima de un atasco.
Hasta aquí se ha hablado mucho del factor técnico que da lugar a los atascos en tuberías, se ha hablado mucho de los factores que por una mala instalación o que por un deterioro en las propiedades de una tubería por el paso del tiempo pueden dar pie a que se produzca un atasco teniendo que llamar entonces con total probabilidad a un servicio de desatascos urgentes, pero no se ha hablado del factor humano como causante del mayor número de atascos que se producen.
El factor humano es el factor principal de toda la cantidad de atascos que se producen, y lo es tanto por accidente, como por negligencia, como por omisión. La mayoría de los atascos se podrían haber evitado y se evitarían de no haber existido el factor humano de por medio.
Así es el factor humano el que, por error o por negligencia, por ejemplo causa un gran número de atascos por tirar (o no proteger ante estos adecuadamente) a la zona de desagüe elementos que resultan extraños a la actividad para el cual los mismos están diseñados y es el factor humano el que no realiza un adecuado mantenimiento de instalaciones que entonces se ven deterioradas prematuramente.